LaShaun Casey no enfrentará la pena de muerte por el asesinato del agente encubierto Jesús Lizardi, luego que el jurado que vio el caso no llegara a un veredicto por unanimidad.

El jurado comenzó sus deliberaciones esta tarde, luego de que en horas de la mañana tanto la fiscalía como la defensa hicieran sus argumentos finales en su último intento por convencer al jurado en su decisión.

Casey fue hallado culpable de asesinar al agente encubierto Jesús Lizardi Espada el 1 de agosto de 2005, y de cometer un carjacking, delitos ambos elegibles para la aplicación de la pena de muerte.

El fiscal Scott Anderson, al dirigirse a los ocho hombres y cuatro mujeres del jurado, admitió que “no será una decisión fácil. Pero si se concentran en las evidencias presentadas, lo que realmente cuenta, no debe haber problemas”.

Anderson argumentó que “se probó más allá de toda duda razonable” que el convicto era mayor de edad (24 años) “cuando haló el gatillo”; que mató intencionalmente a un ser humano con disparos a la cabeza; que de forma voluntaria subió al carro de Lizardi, ocultando un arma, y que igualmente de forma voluntaria disparó contra Lizardi.

Asimismo, Anderson repasó los agravantes, poniendo especial énfasis en el hecho de que tras cometer el crimen Casey se llevó el carro y $3,800, y en el hecho que Casey había sido condenado previamente por delitos de carjacking, violación a la ley de armas, conspiración y violación, que cometió cuando era menor de edad.

En su turno, el abogado Christopher Adams le insistió al jurado en que ninguno de ellos estaba obligado a votar por la pena de muerte.

“La pregunta real es si la pena capital es el único recurso para castigar a LaShaun”, dijo Adams.

El abogado defensor argumentó que el fallo del 19 de marzo garantizaba que Casey permanecerá en prisión por el resto de su vida.

Adams también repasó los atenuantes. Hizo énfasis en las dificultades que padeció Casey en su infancia, y la ausencia de su padre, quien admitió en corte haberlo rechazado y haber sido un mal padre. En ese punto, Adams logró conmover a algunos miembros del jurado.

El defensor también hizo hincapié en lo calificó como esfuerzos de Casey por rehacer su vida y tomar el camino correcto.

Además resaltó presuntas lagunas en la investigación del caso.

Pero en su turno de refutar el fiscal Anderson volvió a arremeter y dijo que Casey en su niñez había tenido a su familia extendida que le ayudó siempre que lo necesitó.

Y para cerrar su intervención, Anderson giró la atención hacia la familia del agente asesinado, consiguiendo también conmover a miembros del jurado.

“¿Acaso los agentes encubiertos, que hacen el trabajo más difícil, que arriesgan sus vidas, no merecen todas la máxima protección que les puede otorgar la lay?”, preguntó el fiscal, añadiendo que si bien la pena de muerte “no va a traer a Jesús de vuelta, pero dará justicia a su familia”.