"Tenemos capacidad real para proteger el territorio de EE.UU., las islas Hawái, Guam, a nuestras tropas en el extranjero y a nuestros aliados", aseguró el almirante ante el Comité de Servicios Armados del Senado, que recalcó que EE.UU. ya dispone de estas posibilidades defensivas.
Asimismo, Samuel Locklear destacó que el derribo de un
misil norcoreano solo debería producirse en el caso de que su objetivo de impacto fuera el territorio estadounidense o el de un estado aliado, y enfatizó que “no aconsejaría” interceptar cualquier misil de Pyonyang, por ejemplo, durante un lanzamiento de prueba.
"Somos capaces de determinar rápidamente hacia dónde se dirige un misil y dónde debería impactar", dijo el almirante, que subrayó que EE.UU. considera el programa nuclear de Corea del Norte como una amenaza “clara y directa” para la seguridad en la región. Según él, la situación en la península es la más tensa de las últimas décadas.